miércoles, 26 de marzo de 2025

La gran rebelión campesina extremeña del 25 de marzo de 1936.

Representa un hito trascendental en la historia de España y, particularmente, de la región de Extremadura. En este día, aproximadamente 80,000 yunteros, trabajadores rurales que carecían de tierras propias, llevaron a cabo una acción sin precedentes al ocupar de forma pacífica numerosas fincas. Esta movilización masiva resultó en la toma de control de alrededor de 250,000 hectáreas de terreno, marcando un punto álgido en la lucha por la justicia social y la reforma agraria en una región históricamente caracterizada por la concentración de la tierra en pocas manos.

Este evento no solo es recordado por la magnitud de la movilización y la extensión de las tierras ocupadas, sino también por el carácter pacífico y organizado de la acción, lo que subraya la determinación y la conciencia de clase de los trabajadores rurales en su búsqueda de derechos y mejores condiciones de vida. La ocupación de fincas del 25 de marzo de 1936 se erige como un símbolo poderoso de la resistencia campesina y la aspiración a una distribución más equitativa de la tierra.

En reconocimiento a la trascendencia de este suceso y al espíritu de lucha y sacrificio de los yunteros, diversas organizaciones políticas, movimientos sociales y colectivos de Extremadura han propuesto el 25 de marzo como el Día de Extremadura. Esta iniciativa busca conmemorar anualmente la valentía y la perseverancia de quienes lucharon por la justicia social y la transformación del modelo agrario en la región.

Es fundamental destacar que la gran rebelión campesina extremeña es un ejemplo paradigmático de cómo la acción colectiva pacífica y organizada puede ser un motor de cambio social y económico. Este acontecimiento histórico sigue siendo un recordatorio vivo de la lucha constante que han protagonizado los trabajadores rurales y otros sectores sociales en Extremadura y en todo el mundo por la dignidad, la justicia y el reconocimiento de sus derechos.

Muchos extremeños consideran que el 25 de marzo debería ser designado como el Día de Extremadura, una fecha que evocaría un momento crucial en la historia regional: la masiva ocupación de fincas de 1936. Esta propuesta se fundamenta en la profunda significación de aquel día, que trascendió la mera toma de tierras. Fue un poderoso acto de protesta y una llamada de atención directa al gobierno de la Segunda República, al que se percibía como excesivamente lento en la implementación de la tan necesaria reforma agraria.

Por lo tanto, la propuesta de designar el 25 de marzo como Día de Extremadura no solo busca conmemorar un evento histórico específico, sino también honrar la memoria de aquellos miles de trabajadores que, impulsados por la necesidad y la esperanza, se movilizaron para reclamar sus derechos y denunciar la inacción gubernamental. Es un recordatorio de la importancia de la lucha social y de la necesidad de abordar las desigualdades estructurales, un legado que muchos consideran fundamental mantener vivo en la identidad y la memoria colectiva de Extremadura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Con los años pienso en esos miedos a contar la verdad y a continuación escucho el latido de la tierra roja y de sus hijos enterrados en las fosas que gritan "NO NOS MATÉIS OTRA VEZ". .