viernes, 23 de mayo de 2025

Los restos de José Pozo viajan del cementerio de Orduña al de Aceuchal para descansar junto a los de su hijo.

 El pasado 14 de mayo, la localidad de Aceuchal vivió un día de profunda emoción y justicia histórica.                               


El pasado 14 de mayo, nuestra Asociación tuvo el honor de sumarse a un emotivo y necesario acto de justicia histórica en Aceuchal. Junto a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX), representantes del PSOE local y un nutrido grupo de vecinos y vecinas del pueblo, participamos en el solemne homenaje y posterior reinhumación de Don José Pozo García.

José Pozo, un campesino de esta tierra, fue una víctima de la represión franquista. Su trágico destino se selló en la prisión de Orduña, Vizcaya, donde falleció el 12 de marzo de 1941, a la edad de 48 años. Murió lejos de su hogar y de los suyos, como tantos otros que sufrieron las duras consecuencias de la dictadura y la defensa de la legalidad democrática. Este acto representó un paso fundamental para honrar su memoria y la de todas las víctimas.

José Pozo García, campesino de Aceuchal, fue una de las incontables víctimas de la brutal represión franquista. Su vida fue truncada, en la lejana prisión de Orduña (Vizcaya), un símbolo del sufrimiento impuesto a quienes defendieron la legalidad democrática. Hoy, tras 84 largos años de ausencia forzada, sus restos finalmente han regresado a su tierra natal. Aceuchal lo acoge de nuevo, para que descanse en paz en el pueblo que lo vio nacer y vivir.

Este regreso, cargado de simbolismo, representa un paso fundamental en el camino hacia la reparación y el reconocimiento. Es un acto que honra no solo a José Pozo, sino a todas las víctimas que padecieron la injusticia y la violencia.

Queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a quienes, con su lucha incansable, trabajan día tras día por la recuperación de la memoria democrática. Su labor es esencial para abrir las fosas del olvido, identificar los restos de los desaparecidos, reconstruir las biografías brutalmente interrumpidas y, en definitiva, asentar nuestra convivencia sobre los pilares de la verdad, la justicia y la reparación.

Nuestra gratitud se dirige, en primer lugar y de manera muy sentida, a los familiares de José Pozo, cuya perseverancia y anhelo han sido el motor de este reencuentro. Asimismo, extendemos un agradecimiento muy especial al Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos GOGORA, del Gobierno Vasco, por su compromiso y su inestimable labor técnica y humana en la identificación.

Finalmente, queremos reconocer y agradecer de manera particular la presencia y el gesto de Doña María Jesús San José López, quien, representando al Gobierno Vasco, viajó desde Euskadi para hacer entrega personal de los restos a la familia y al pueblo de Aceuchal. Su participación simboliza la necesaria colaboración entre instituciones y la solidaridad entre pueblos para cerrar heridas que, durante demasiado tiempo, han permanecido abiertas. Actos como este nos reafirman en la convicción de que recordar es un deber cívico para construir un futuro más justo y democrático.

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Con los años pienso en esos miedos a contar la verdad y a continuación escucho el latido de la tierra roja y de sus hijos enterrados en las fosas que gritan "NO NOS MATÉIS OTRA VEZ". .