El nieto de Manuel muestra la imagen de su abuelo, cuyos restos llagarán a Extremadura. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS. |
El hijo de Manuel del Amo, Pedro del Amo, cuya muestra de
ADN ha sido primordial en el proceso de identificación, «con 95 años verá descansar los restos de su
padre en el cementerio del pueblo que lo vio nacer,
acompañado de sus seres queridos, según ha informado la Asociación para la
Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEx).
Una vez realizado el acto de homenaje, a las 21:00 horas los restos de Manuel
serán trasladados y reinhumados en el cementerio de Villagonzalo y los de
Salvador al día siguiente, 1 de agosto de 2023, en el cementerio de Badajoz,
donde descansa su esposa.
Manuel fue condenado a muerte, y posteriormente le fue
conmutada la última pena por la de 30 años de prisión, por ser afín al gobierno de la II República.
Salvador corrió una suerte similar, condenado a 20 años de prisión por «Auxilio
a la Rebelión».
Oficialmente, la causa de la muerte fue «miocarditis», pero en realidad fue por «avitaminosis», enfermedad producida por la falta o escasez de vitaminas. Anteriormente, la esposa de Manuel, Antonia Cano Castañeda, había sido fusilada el 26 de septiembre de 1936 junto a otras mujeres, «siendo desaparecida» en las tapias del cementerio de Villagonzalo tras la ocupación franquista de la localidad.
Con la muerte de Manuel, dejaron huérfanos a cuatro hijos de corta edad, de los que Pedro es el único de ellos que vive.
La ARMHEx ha detallado que más de la mitad de los 4.000
presos que pasaron por la Prisión Central de Orduña eran extremeños. Esta
prisión franquista se levantó en 1937 en el Colegio de los Padres Jesuitas,
primero para albergar a prisioneros de guerra leales a la República y después,
a partir de 1939, para todo tipo de presos que
fueran calificados por los fascistas como desafectos al régimen.
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